¿Por qué se produce el traqueteo de los trenes?
Aparte del silbato, nadie puede negar que no haya un sonido más ferroviario que el del traqueteo; también conocido como el chacachá o tacatá del tren. Pero, ¿por qué traquetean los trenes? El motivo está muy ligado a la propia definición de ferrocarril.
Un ferrocarril no es más que un camino formado por dos carriles de hiero o acero paralelos. Y la cuestión es que los raíles no son infinitos ni deben serlo por razones puramente técnicas. Además de que un carril extremadamente largo es difícil de fabricar, almacenar, transportar e instalar, el acero (como cualquier otro metal) se dilata o contrae en función del aumento o disminución de la temperatura. Es decir, los carriles aumentan su tamaño cuando la temperatura es mayor y disminuyen cuando esta lo hace.
Por lo tanto, si se instalan dos carriles contiguos con una separación nula, en cuanto haga más temperatura que la del momento de la instalación, ambos podrían llegar a levantarse producto del fenómeno explicado antes. Para evitarlo, desde los inicios de este tipo de infraestructura, se aplican las denominadas juntas de dilatación. Son el principal motivo de por qué traquetean los trenes ya que su principio básico es dejar un hueco (cala) entre raíl y raíl a la hora de colocar la brida de tal manera que, cuando se dilaten, ocupen dicho hueco. El traqueteo se produce cuando las ruedas, también de acero, “chocan” con esos huecos.
Aunque sea muy clásico y a cualquier amante del ferrocarril o de los tiempos pasados le encante, lo cierto es que el traqueteo genera grandes problemas:
- Mantenimiento: las juntas de dilatación se pueden ir soltando con el tiempo y hace falta tenerlas en buenas condiciones para garantizar la seguridad.
- Velocidad: a no ser que el mantenimiento sea exhaustivo (y -por lo tanto- caro), la velocidad no puede ser muy elevada ya que el tren puede descarrilar.
- Consumo energético: el choque con la cala genera fuerzas que interfieren con la del desplazamiento del tren.
- Confort: una vía de carril embridado o discontinuo mal mantenida hace que el tren se balancee demasiado, lo que aumenta notablemente la incomodidad del viaje.
Para solventar estos problemas, se emplea el llamado carril soldado. Su principio es que, en lugar de unir los raíles con bridas dejando su correspondiente cala, directamente se sueldan creando un hilo continuo con juntas de dilatación en sus extremos, de tal manera que en las vías convencionales los trenes prácticamente no traquetean. En las líneas de alta velocidad, si bien se mantienen dichas juntas, son prácticamente imperceptibles debido a su evolucionado diseño.
Fuente: Trenvista.net
KOKI ZELAYA
13/03/2018 @ 16:27
Muy interesante. El típico paso de un tren y que pocos conocen. Un abrazo.