Apodos de los trenes
Desde los primeros tiempos del vapor, los maquinistas han rebautizado con apodos sus máquinas, como si el hecho de sustituir los fríos números descriptivos con que salían de fábrica o llegaban a la compañía operadora las confiriera de una notable personalidad. En todo el mundo, el material motor tiene un nombre asignado, que casi siempre acaba por ser modificado por los profesionales del sector. Dentro del argot ferroviario, al margen del nombre técnico, máquinas y material motor consiguen ser rebautizados a escasos días del desembarco en la operadora donde van a cubrir el servicio. El nombre del actriz o el actor de moda del momento (Marilyn), la forma (cocodrilo o camello), el color (el platanito o las cenicientas), la procedencia (la japonesa), la tecnología (los Apolo)… poco a poco el parque motor se va rebautizando con nombres que, al final, acaban por salir de la jerga y adoptarse por la clientela. Como ha ocurrido durante toda la vida, también ahora se modifican los nombres comerciales y se bautizan trenes y convoyes con denominaciones muy originales.
Algunos de los trenes con apodos:
Pato (series 102 y 112)
Los trenes de la serie 102 entraron por primera vez en servicio comercial el 26 de febrero de 2005 en la línea Madrid-Zaragoza-Lleida. Corresponden al modelo Talgo 350 fabricado por Talgo-Bombardier . Forman parte de la segunda generación de trenes de alta velocidad en España (102). Pronto fueron rebautizados como ‘Patos’ porque la cabeza tractora recuerda la figura de esta ave.
Patito (serie 130)
A finales del 2006 Talgo saca al mercado español las primeras unidades de la serie 130, que entran en servicio comercial el 6 de noviembre de 2007. Aunque el conjunto es un tren de alta velocidad, estas series sirven principalmente para dar servicio a trenes de larga distancia (conocidos como Alvia). Los trenes ‘Alvia’ fueron bautizados como ‘Patito’, porque su diseño es muy parecido al de la serie 102, también de Talgo-Bombardier, aunque el morro es algo más corto (de ahí el diminutivo).
Frankenstein (serie 730)
En junio de 2012 se estrena el tren híbrido s-730 en el servicio Madrid-Galicia. Se trata del primer tren híbrido de la operadora, con tecnología de tracción tanto diésel como eléctrica, lo que permite extender las ventajas de la alta velocidad a tramos sin electrificar ya que cuenta con un sistema de rodadura desplazable que también le permite circular por vías de ancho UIC (ancho AVE) o de ancho convencional. Estos furgones generan la electricidad necesaria para mover los motores eléctricos del tren y para mantener los servicios a bordo. El peso de este equipamiento impide que pueda descansar sobre rodales Talgo clásicos, por lo que incorpora un bogie convencional en un extremo que transmite el peso, y un rodal compartido con el siguiente remolque. Tanta mezcla de componentes es lo que da origen a este peculiar nombre, basado en el personaje de Mary Shelley, ‘Frankenstein’. También se le conoce como ‘el patito feo’, en referencia a la procedencia de sus vehículos motores.
Dodotis (serie 446)
Casi 25 años han transcurrido desde la entrada en servicio de las primeras unidades 446 de Renfe, popularmente conocidas como las ‘dodotis’ porque ninguno de sus coches lleva aseos. Revolucionarios en su día, estos trenes fueron los primeros de la operadora diseñados específicamente para el servicio de Cercanías. Y al decir de los técnicos son notables por su gran fiabilidad, mantenibilidad, elevado confort, reducido consumo energético, así como excelentes prestaciones de aceleración y deceleración que le hacen idóneo para este tipo de servicios. La carencia de servicios y la velocidad máxima que pueden alcanzar (100 km/h) son sus principales inconvenientes. Las 446 marcaron en 1989 un cambio de diseño respecto al resto de material rodante de la operadora.
Pollos (serie 101)
La primera línea de alta velocidad en España, que unía Madrid con Sevilla, fue inaugurada en abril de 1992. Contaba con un ancho de vía (1435 mm) y una tensión (25 kV) diferentes a los del resto de la red ferroviaria española, por lo que se tuvieron que construir trenes específicos para esta línea. Estos 18 trenes pertenecían a la serie 100 y estaban basados en los TGV Atlantique franceses, con algunas diferencias. Para distinguirlas de las unidades originales de ancho estándar, fueron numeradas como serie 101.
Heineken (‘Séneca’)
El tren de supervisión y diagnóstico de infraestructura de alta velocidad, en origen un Talgo 330, salió casi a la vía con el apodo ‘Heineken’ por su antiguo color verde, característico de la marca de cerveza holandesa, aunque oficialmente se le conoce con el nombre del filósofo cordobés Séneca. Es una derivación del prototipo empleado por Talgo para el desarrollo de la serie 102 de Renfe que entró en servicio en 2006 para la auscultación de la infraestructura de las líneas de alta velocidad y ancho de 1.435 milímetros. El ‘Séneca’ está diseñado para la auscultación dinámica y geométrica de vía y catenaria, y la comprobación y supervisión de los sistemas de señalización ASFA y ERTMS y de comunicación GSM-R. Con este convoy se realiza la comprobación real de los fenómenos aerodinámicos producidos en los túneles al paso de un tren a alta velocidad, simulaciones de marcha comercial y todos aquellos ensayos necesarios para validar nuevos equipos de infraestructura, de forma que se pueda analizar su repercusión en la circulación del material rodante.
Camello (serie 592)
Los automotores de la serie 592, que constaba originariamente de 70 trenes, fueron construidos por Macosa y Ateinsa (actual Alstom) para prestar servicios de Cercanías en las líneas no electrificadas. Los 592 fueron dedicados a cubrir numerosas líneas regionales. Es conocido popularmente como ‘camello’, debido a las jorobas que albergan los equipos del aire acondicionado, que sobresalen de las cajas a la altura de las puertas.
Gusanito (serie 104)
Los trenes de la serie 104 son los primeros del mundo diseñados y construidos específicamente para prestar servicios en distancias medias a alta velocidad. Esta serie está basada en la tecnología del Pendolino y pertenecen a la misma familia de los trenes Alaris. Exteriormente son similares a estos, aunque tienen un ancho de vía y una alimentación eléctrica distinta; un coche más; un carenado sobre el techo; y dos puertas por coche, excepto en el remolque cafetería. Pertenecen a la familia de trenes Pendolino desarrollados por la italiana Fiat Ferroviaria -que sería posteriormente absorbida por Alstom.
Lavadora (serie 448)
Los automotores eléctricos de la serie 448, originalmente conocida como subserie 444.500, son unidades eléctricas, con motor y cabinas en ambos extremos. Representaron una importante mejora respecto a las series 432 y 444 por poder circular a 160 km/h y permitir extender un nuevo producto, Intercity, de servicio diurno de larga distancia entre 1987 y 1989. Las primeras 6 unidades de la serie tenían un testero diferente al resto de las 25 restantes, que recordaba a una lavadora por lo que recogieron ese apodo, con el que los ferroviarios rebautizaron el lote completo.
Gorrión (Feve 2600)
La serie 2600 corresponde a un modelo automotor de vía métrica compuesto por unidades diésel que prestan servicio de pasajeros en Renfe Métrica Operadora en la zona norte de España. Están fabricadas a partir de la reconstrucción de unidades de la serie 2300. El origen de la serie 2600 parte de los planes de modernización en los vehículos de transporte de pasajeros que Feve llevó a cabo en los años 90, que ya había comenzado con la serie 2400 (denominados Apolo por la cantidad de controles y mecanismos de seguridad). En 2013 con la desaparición de Feve la serie se integró en el parque de vía métrica de Renfe Operadora. Precisamente, el apodo de ‘gorrión’ le viene por su comparación con el AVE.
Fuente: elcorreo.com