Vapor en el Ecomuseo de Samuño

A partir de hoy, 13 de mayo, en el valle de Samuño las locomotoras de vapor del Museo del Ferocarril de Gijón harán oír sus resoplidos y despedirán nubes de humo negro por sus chimeneas. Con ello los nuevos gestores, la UTE Sadim-Formagrupo, esperan mejorar los éxitos de la temporada pasada cuando las vaporosas de Asturias acercaban a los visitantes hasta el socavón Emilia. Los responsables quieren que haya vapor, al menos, los meses de mayo y junio.

Aunque el Museo de Gijón aún no ha precisado con qué máquina se hará el recorrido exterior, es muy probable que se vuelva a recurrir a la locomotora SHE D (Maffei 3946/1920) ‘Minas de Aller’, que ya se paseó por las vías cercanas a la mina el pasado año después de su renovación y puesta a punto, y pintada para su nueva misión. La locomotora, una auténtica joya ferroviaria, exhibía su poderío y llevaba los viejos olores de la época del vapor a la cuenca de Langreo, aunque sin pasajeros. Pero el deseo generalizado pasaba por hacer disfrutar de esta experiencia a los visitantes de Samuño y convertirlo de paso en un fuerte atractivo de las nuevas instalaciones museísticas. El carbón volverá a utilizarse como combustible y su olor inundará el valle langreano de La Nueva, como lo hacía en el inicio de la minería.

Tres vagones con capacidad para 35 personas, restaurados por el Museo del Ferrocarril de Gijón, recorrerán en 25 minutos la distancia que separa la estación de El Cadavíu del inicio al túnel subterráneo de la mima, al que no puede acceder por el gálibo de la galería. La excursión pretende ser “una vuelta al pasado, un paseo en tren de vapor por el bosque”. Los viajeros experimentan sensaciones parecidas a las que vivieron los trabajadores de estos pozos. “Viajarán en coches como los que usaban los mineros, y también sus familias, para desplazarse” por el entorno de las minas, aunque sin llegar a adentrarse en ellas”.

 Fuentes: Treneando – El Comercio