Europa ralentiza el despliegue del ERTMS

La Comisión Europea acaba de aprobar un plan que resta presión y da holgura al proyecto de despliegue del ERTMS, siglas del célebre sistema europeo de gestión del tráfico ferroviario (European Rail Traffic Management System). Aunque los responsables de la estructura ferroviaria habían fijado el 2016 como fecha definitiva para la instalación del dispositivo de seguridad que garantiza la interoperabilidad de las redes por crear un único estándar a nivel mundial, no se ha llevado adelante después de la fecha límite. Europa aligera desde ahora los plazos previstos en este objetivo con el fin de garantizar que la mitad de la red ferroviaria estratégica europea esté equipada con este sistema antes de que acabe el año 2023.

El plan de despliegue que atenúa ahora el nuevo calendario se había aprobado en el año 2009 incluía seis corredores estratégicos, que venían a representar el volumen más alto de tráficos de mercancías y debían de estar ejecutados en 2015, unos, y otros en 2020. «Una parte relevante de estos corredores ya debería de estar hoy en servicios; lo lamentable es que no es el caso», expuso un ejecutivo de la Unión Europea como motivo para aprobar el nuevo plan. Y reconoce de forma explicita que muchos de los estados (no especifica cuáles) no estaban en condiciones de cumplir los plazos estrictos que se impusieron en 2009 para acometer el despliegue del sistema de seguridad ERTMS. «Algo que parecía patente ya desde hace tres años, debido a la falta de financiación, el número limitado de expertos y personal cualificado disponibles, gestores de proyectos, ingenieros y conductores con conocimientos necesarios para llevar adelante la expansión de la patente de seguridad sobre raíles que fomenta Europea.

La Unión Europea entiende necesario promover un plan realista de despliegue a nivel europeo, y la obligación de concordar las nuevas fechas con la propuesta del año 2014 de incrementar hasta nueve el número de corredores prioritarios que iban a disponer de las mejoras, y que deben estar al completo en el año 2030. Siete años de cadencia sobre el límite previo que ya añadía urgencias al desarrollo del plan en varios de los tramos pendientes de las mejoras. No obstante, en 2022 habrá una revisión sobre fechas para el despliegue más allá del 2023.

Fuente: diariodeleon.es