Trenes para la guerra

Trenes para la guerra - Transporte de tropasNotable por la terrible sangría de víctimas, la Gran Guerra (1914-1918) se caracterizó por el rápido desarrollo de máquinas y materiales industriales y su transformación para el arte del combate. Ametralladoras y municiones, producidos en masa, hicieron de éste una de los conflictos más sangrientos y mortales que el mundo había visto jamás. Y el ferrocarril tuvo una importancia capital. Propició como nunca el rápido desplazamiento de la logística de guerra entre el frente y la retaguardia. La movilidad del ejército y la potencia artillera fueron piezas esenciales para el devenir de la conflagración.

Trenes para la guerra - Meteren - HolandaEl tren se sitúa a la cabeza del transporte militar; para los movimientos estratégicos de las unidades en su avance o retroceso en función de la marcha de la guerra; la asistencia y evacuación de los heridos; circulación de la milicia franca de servicio; y, sobre todo, el tráfico de aprovisionamiento de todas clase de materiales (víveres, municiones, equipamiento, correo, etc.) en cantidades imposibles de sospechar antes del comienzo de la conflagración. La experiencia en los conflictos precedentes fue trascendental para la utilización del transporte ferroviario. La guerra franco-prusiana (1870) había demostrado sobre el terreno la superior organización alemana en los desplazamientos rápidos de grandes masas armadas. La de los Boers (1889-1900) y la ruso-japonesa (1904-1905) prefigurarían los métodos que serían utilizados en campaña durante la Primera Guerra Mundial.

Trenes para la guerra - Piieza de artilleria de 416 mmEl conflicto bélico requería el transporte de ejércitos inmensos y maquinaria de un lugar a otro. Las campañas militares necesitaban un buen sistema de aprovisionamiento y comunicaciones, algo que por primera vez facilita el ferrocarril.

El Reino Unido declaró la guerra a Alemania el 4 de agosto de 1914; una hora más tarde, en el 35 Parliament Street Westminster, el Railway Ejecutive tomó el control de toda la red de ferrocarriles, que pasaba a manos del Estado. Por primera vez, los ferrocarriles británicos se gestionaron como un único sistema integrado, y las compañías ferroviarias tuvieron que colaborar por el bien del país. Una vez garantizado el transporte por ferrocarril de las tropas al continente, los mandos territoriales militares se encargaron de coordinar los trenes.

Trenes para la guerra - Tren blindado de la legion ChecaEntre el 1 y el 15 de agosto, para efectuar la militarización los franceses emplearon 10.000 trenes para la movilización y 5.000 para la concentración de diverso material bélico y suministro de alimentos y equipamiento. Un año después el Gobierno francés emitió una notificación expresa para los trabajadores ferroviarios de todos los rangos por el reconocimiento más caluroso del celo patriótico y la devoción admirable con la que habían trabajado día y noche; mientras que el ‘Journal des Transports’ publicó: «Uno puede decir con justicia que la primera victoria en este gran conflicto ha sido ganado por los ferroviarios.»

Alemania movilizó de inmediato 40 regimientos hacia el frente belga, lo que requirió el empleo de 140 trenes para los efectivos y 140 para los suministros. Fueron necesarios 170 vagones para los oficiales, 965 para los soldados, 3,000 para los caballos, otros 3,000 para la artillería y 6.000 vagones para los suministros.

Trenes para la guerra - Blindaje especialY con el transcurrir del conflicto, el ferrocarril fue adquiriendo un papel más relevante, su uso se generalizó en todo el frente bélico y condicionó la contingencia y eficacia de muchas operaciones. Fue necesario construir nuevas estaciones, depósitos, almacenes y refugios y los ferroviarios pasaron a depender de los generales de cada Ejército y a desarrollar un papel muy activo en todas las acciones militares.

Las necesidades en las zonas calientes de combate provocan además actuaciones significativas sobre la red ferroviaria. No solo hay que reponer de inmediato las vías que se destruyen por los ataques de ambos bandos, sino que se requiere el tendido de nuevas líneas férreas. La red de ancho estándar apenas crece durante el conflicto, pero los mandos militares aprovechan la disponibilidad del terreno para tender nuevas vías de ancho de 60 centímetros, hasta entonces de uso exclusivamente agrícola.

La destrucción de las vías se convirtió en una cuestión crucial y pronto fueron sometidas a continuas sesiones de sabotaje. Con el fin de protegerlas, se piensa en trenes blindados que controlen las líneas para asegurar el paso de los trenes de suministros y las instalaciones ferroviarias. No hubo un modelo estándar. En general, se aprovechó de una u otra forma el parque ferroviario existente en el momento. Las locomotoras se protegían con mayor o menor fortuna y se dotaba de variado armamento al convoy.

Trenes para la guerra - Tren HospitalPor primera vez también se utilizaron los trenes como hospitales. No solo se practicaban primeros auxilios para los heridos en combate, sino que se llevaban a cabo complejas operaciones quirúrgicas. Era una forma ‘civilizada’ de tratar a las víctimas que sufrían atroces lesiones fuera de las zonas más calientes del frente belga y francés, sobre todo. Las unidades ferroviarias estaban diseñadas específicamente para que las enfermeras de la Cruz Roja y el Servicio de la Reina Alexandra Imperial Militar Enfermería (QAIMNS) y los oficiales médicos y enfermeros de la Royal Army Medical Corps (RAMC) pudieran continuar con el cuidado de los soldados evacuados.

Los trenes fueron especialmente marcados con distintivos al uso, como el de la cruz roja, para diferenciarlos como transporte sanitario y, por tanto, protegerlos de ataques hostiles.

Más allá de la pura casualidad, tampoco sorprende que el final de la guerra se fraguara en un vehículo ferroviario. El mariscal francés Ferdinand Foch y el ministro de Estado alemán Matthias Erzberger firmaron la rendición de las tropas alemanas en un vagón de tren en el bosque de Compiègne, a unos 90 kilómetros al norte de París. Las negociaciones entre ambos bandos se desarrollaron a bordo del vagón 2419 de la Compagnie Internationale des Wagons-Lits (CIWL). El Mariscal Foch, asistido por el General Weygand, en presencia de los Almirantes Weymiss y Hope, firma, con la delegación alemana, el cese de las hostilidades, que será efectivo a las 11 de la mañana del 11 de noviembre de 1918.

Fuente: elcorreo.com