El tren de los lagos (Lleida)

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Su historia se remonta al 1924, y  todavía hoy recorre, adaptándose a los tiempos modernos, la naturaleza de la provincia de Lleida entre huertos, frutales, serranías y, claro, los lagos que le dan nombre.

Un servicio regular de tren acerca a los ciudadanos a las diversas localidades que se descubren desde Lleida hasta La Pobla de Segur. El 70% de los viajes cubiertos cubren las estaciones hasta Balaguer, la última localidad de la Plana del Segre.

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Pero además del servicio público, otros dos trenes, ofrecen otro bien distinto: una visita turística. Así, los viajeros descubrirán las zonas de la Plana del Segre, pero también los más de 40 kilómetros de serranía del Montsec y, por último, los lagos y embalses de la última parte del recorrido.

Un vistazo a las características del viaje del Tren de los Lagos observando sus números nos ayudará a completar una imagen sobre lo que nos espera:

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Longitud: 89,35 km. de vía sin electrificar.
17 estaciones
41 túneles y 31 puentes
21 pasos a nivel
Ancho de vía: 1.668 milímetros (ibérico)

El proyecto inicial se gestó durante el primer tercio del siglo XX. Iba a convertirse en una línea transfronteriza desde Lleida hasta la ciudad de Saint Girons, en Francia. El 1924 se inauguró la línea Lleida – Balaguer, que cubría la zona de la Plana del río Segre, nexo de unión entre las dos localidades.

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La convulsa Guerra Civil y sus consecuencias truncó el proyecto original, que se restableció en 1949, fecha en la que ya se podía llegar a Cellers. Al año siguiente, en 1950 se accedía hasta Tremp y ya en el 1951, por último, hasta La Pobla de Segur. Finalmente, esta se convirtió en la última parada de aquel transpirenaico original.

En 2005 se hizo el traspaso de su gestión por parte de RENFE hacia los Ferrocarrils de la Generalitat Catalana (FGC) y en 2007 se restablece la línea actual.

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El tren, que corre siguiendo el cauce fluvial, ofrece unas panorámicas exclusivas para admirar la belleza de cuatro lagos. El lago de Sant Llorenç, reserva de fauna acuática; el lago Camarasa, con 20 kilómetros; el lago Cellers y sus bosques de ribera; el lago de Sant Antoni, por último, la superficie de agua dulce más grande de toda Catalunya con 972 hectáreas y 86 metros de profundidad.

Fuente: trendelsllacs.cat y escapadarural.com