Museo del ferrocarril de Asturias

La actividad minera en Asturias durante la segunda mitad del siglo XVIII propició la pronta llegada del ferrocarril a Asturias. El Ferrocarril de Langreo se fundó en el año 1846 y su línea unía las localidades de Langreo y Gijón. Fue la tercera con tracción de vapor en la península ibérica  y la primera de carácter industrial, para el transporte de carbón de las minas de Langreo y Siero hasta el puerto de Gijón. Pronto se construyó la Estación del Norte, que actualmente acoge la sede del Museo del Ferrocarril de Asturias, considerado uno de los más importantes de Europa en su género.

Para hablar del museo, es preciso hablar de la historia de sus instalaciones y del ferrocarril asturiano. La Estación del Norte fue levantada entre 1872 y 1873, y entro oficialmente en servicio el 23 de julio de 1874, cuando el primer convoy ferroviario inauguró el trayecto Pola de Lena-Gijón. Fue la segunda estación de la villa y costó 170 millones de reales. Prestó servicio ininterrumpidamente durante 116 años y supuso la principal puerta de entrada de viajeros a la ciudad. El 29 de enero de 1990 llegó su clausura con la apertura de la estación Jovellanos. El último convoy que salió de la terminal fue el el expreso Costa Verde a Madrid el 28 de enero.

Se tardó ocho años en darle un nuevo uso a la estación. El Museo del Ferrocarril fue inaugurado el 22 de octubre de 1998, con la presencia del ahora rey Felipe de Borbón. En sus amplias instalaciones de 14.000 metros cuadrados, formadas por la antigua estación, la playa de vías y dos edificios de nueva planta, reside una de las mayores y mejor conservadas colecciones de máquinas y vagones de ferrocarril del continente europeo. El Ferrocarril de Langreo y otras locomotoras pertenecientes a Ferrocarriles del Norte y Vasco Asturiano aguardan en el centro. Además, conserva coches de viajeros, vagones, tranvías y otros objetos y útiles vinculados a los trenes y las vías férreas.

El Museo del Ferrocarril de Asturias es el centro encargado de conservar, investigar y difundir el patrimonio histórico ferroviario de Asturias. Su objeto abarca desde las consecuencias de la revolución industrial y el desarrollo tecnológico, a la evolución social y económica que supuso la implantación del ferrocarril en la región. A través de las distintas salas de exposiciones, los visitantes pueden comprender la historia del desarrollo, desde la tecnología y la mecánica hasta el paso del ferrocarril como vehículo de transporte de pasajeros y de intercambio de ideas y culturas.

El museo dispone también de un centro de documentación propio (con biblioteca, hemeroteca, archivo documental y archivo de imágenes), salas de actividades, talleres para escolares, tienda y facilidades para personas con movilidad reducida. Varias veces al año, se encienden para su exhibición las locomotoras de vapor que conserva en estado operativo, en las llamadas Jornadas del Vapor.

Fuente: lavozdeasturias.es