Las lagartijas contra el tren alemán

La Alta Velocidad alemana se ralentiza. Al menos en lo concerniente a las obras de la vía férrea que prevé unir las ciudades de Stuttgart y Ulm. Dos especies de lagartijas en vías de extinción han puesto en jaque a los ingenieros del proyecto, cuya construcción comenzó en febrero de 2010. Los técnicos deben reasentar a los reptiles en otra zona, antes de iniciar la excavación de un túnel cerca de la localidad de Wendligen. Esta galería es una de las dieciséis previstas para concluir el trazado de 117 kilómetros que la nueva vía tendrá hasta Ausburgo.

La existencia del lagarto ágil (lacerta agilis), un reptil que no mide más de 24 centímetros de largo, y la de las lagartijas roqueras (podarcis muralis) en la región obligó a la poderosa Deutsche Bahn, la compañía alemana de ferrocarriles, a paralizar el proyecto hasta encontrar una solución que salve la vida de los pequeños reptiles, cuya existencia está protegida por rigurosas leyes que desean impedir su extinción. Los estudios descubrieron que la región está habitada por unos 250 lagartos ágiles, mientras que la familia de las lagartijas roqueras puede llegar hasta las 10.000, una certeza que obligó a la Deutsche Bahn a destinar 15 millones de euros para hacer posible el reasentamiento.

La Deutsche Bahn anunciaba que durante el verano se llevaría a cabo el traslado de las lagartijas para poder construir la vía férrea de 56 kilómetros de longitud. Cada reptil debe ser cazado cuando sale a la superficie con una especie de lazo en miniatura, que debe ser utilizado casi con ternura para no causarles daño, un trabajo difícil, lento y sumamente delicado. “Se necesita paciencia, una mano tranquila y mucha experiencia”, dijo Peter Böhm, un geólogo de profesión y experto cazador de lagartos ágiles, entrevistado por la televisión. La cacería se ha adelantado gracias al buen tiempo que impera en la región y Jorg Hamann, portavoz de la Deutsche Bahn, también anunció que la compañía se hará responsable del nuevo hogar para los reptiles durante los próximos 30 años.

Fuente: treneando.com