La primera cápsula de viajeros del Hiperloop

El hyperloop, el tren supersónico del que viajará por un tubo al vacío sensorizado y alcanzará una velocidad superior a los 1.200 kilómetros por hora, ya tiene su primera cápsula de viajeros, un hito de ingeniería que ha logrado la multinacional de origen gaditano Carbures.

Esta primera cápsula de viajeros de tamaño real del “tren del futuro” ha sido presentada en la planta de Carbures de El Puerto de Santamaría (Cádiz) como “un hito empresarial nacional y mundial” por el presidente y fundador de Carbures, Rafael Contreras, y el consejero delegado de Hyperloop Transportation Technologies, Dirk Dirk Ahlborn.

La construcción de esta primera cápsula de viajeros supone de hecho un gran paso para este innovador proyecto de tren supersónico que podría cubrir en tan solo una hora la distancia entre Cádiz y Barcelona.

Para desarrollar este tren, basado en una idea del visionario tecnológico Elon Musk, fundador de PayPal, la compañía espacial SpaceX y la empresa de vehículos eléctricos de alta gama Tesla Motors, la californiana HTT emplea a más de 800 profesionales de 44 compañías en 38 países diferentes dentro de un proyecto cuya inversión es superior a los cien millones de dólares.

Carbures es el único fabricante español que trabaja en este innovador proyecto. La multinacional de origen gaditano, nacida hace 16 años dentro de una colaboración entre la Universidad de Cádiz y Airbus, se ha convertido en un referente mundial en la ingeniería y fabricación de piezas de la fibra de carbono para el sector aeronáutico, la automoción, la obra civil.

Carbures tiene una alianza estratégica con HTT para desarrollar tanto el primer prototipo de una cápsula de transporte de viajeros, que ha construido en su planta de Jerez de la Frontera y ensamblado en la de El Puerto de Santa María, y también del prototipo del tubo por el que viajará el tren.

El primer prototipo de tubo se diseña para unir Dubái con Abu Dabi, con una estructura dotada de miles de sensores que permitirán medir cualquier deformación o estrés en los materiales y reaccionar al instante ante cualquier anomalía, como las que se podrían derivar de las variaciones de temperatura de hasta 50 grados que se registran en el desierto entre las dos ciudades en la que se va a instalar.

Fuente: lavanguardia.com