La Nariz del Diablo (Tren de Ecuador)

La red ferroviaria ecuatoriana que atraviesa los Andes por la zona de Alausí es mundialmente conocida por sus vertiginosos trayectos.

Su interior es de madera, con grandes ventanales que se abren con un sencillo pestillo; en la parte superior hay unas redes de tela, para dejar las pertenencias.

Incluso los guías turísticos visten traje azul entallado, a juego con una gorra con visera y placa metálica, creando una atmósfera de otra época, como si ese tren nos permitiera viajar en el tiempo.

La excursión turística que ofrece la empresa estatal Tren Ecuador, recorre el tramo que va desde el pueblo de Alausí hasta la estación de Sibambe.

El trayecto tiene una duración de unos 30 minutos, descendiendo desde los 2.300 metros sobre el nivel del mar, hasta los 1.800, salvando un desnivel de 500 metros, permitiendo la presencia de diversos microclimas a lo largo del recorrido.

El tren prosigue a través una sinuosa vía de profundas gargantas, atravesando la cordillera de los Andes, que ahora presenta su rostro más imponente: grandes macizos de roca, montañas cubiertas de un manto verde, matorrales andinos, cactus…

En la parte final, y tras pasar unas bucólicas escenas serpenteadas por el caudal del río Alangasí, que yace al fondo de un cañón, aparece la famosa Nariz del Diablo. Se trata de una gigantesca roca de forma triangular que recuerda a una nariz.

La única manera de conquistarla fue a través del diseño de ingeniería de zigzag: el tren baja hasta donde se lo permite la arista de la montaña y se detiene. Un operador que se llama traquetero hace una maniobra y el tren emprende marcha atrás y baja otro tramo. Repite la maniobra y finalmente llega a la parte baja de la mole.

Cuando recorres el trayecto se entiendes el hercúleo esfuerzo técnico y el sacrificio humano que implicó esta construcción ferroviaria que se remonta a principios del siglo XX.

El contexto histórico resulta imprescindible para comprender la grandeza de este tren.

La Nariz del Diablo es un tramo del Ferrocarril Transandino -hoy llamado Tren Ecuador-, una línea de 452 kilómetros que en aquella época conectaba Guayaquil, el principal puerto del país, con Quito, la capital ecuatoriana ubicada a 2.800 metros de altura.

Tenía la finalidad de dinamizar la economía del país y convertirse en un símbolo de progreso y unidad nacional. El primer trayecto se inauguró en 1873, durante la presidencia de Gabriel García Moreno.

Tras unas obras de gran complejidad y lidiar con fuertes actividades sísmicas e inundaciones, la locomotora número ocho llegó el 25 de junio de 1908 a la estación de Chimbacalle, al sur de Quito. Fue todo un acontecimiento histórico.

En esta titánica obra de ingeniería el tramo más inaccesible era el de la Nariz del Diablo, hasta tal punto de que en su época se la conociera internacionalmente como “la vía ferroviaria más difícil del mundo”. El reto a batir era una gigantesca roca de un afilado perfil.

Estación de Sibambe

Su nombre se debe en gran medida a la historia negra que le acompaña. Para construir tan solo 13 kilómetros de vía, cerca de 3.000 personas -en su mayoría jamaiquinos e indígenas- fallecieron durante la ejecución; bien por las explosiones de dinamita, enfermedades, derrumbes, picaduras de serpientes o las deplorables condiciones laborales.

Fuente: traveler.es