La Big Boy 4014 luce su inmenso poderío

La locomotora Big Boy 4014 regresa a las vías después de más de dos años de restauración. Tras una ceremonia de bautizo, esta histórica locomotora de vapor, la más grande del mundo, abandonó el depósito de Cheyenne para llegar a la Ogden Union Station.

Un total de veinticinco Big Boys fueron construidas para Union Pacific Railroad, la primera de las cuales se entregó en 1941. Las locomotoras, que habitualmente operaban entre Ogden (Utah) y Cheyenne (Wyoming), tenían más de cuarenta metros de largo y pesaban más de quinientas toneladas. Debido a su gran longitud, su rodadura era articulada. Este tipo de máquinas dejaron de estar operativas en 1959. Tanto la mítica 4014 como las restantes locomotoras fueron conducidas hasta algunos de los museos estadunidenses para poder ser veneradas. En la actualidad solo quedan ocho. La Big Boy número 4014 se estacionó en un museo ferroviario de California en 1962, luego regresó al depósit de Union Pacific en Cheyenne (Wyoming), hace aproximadamente seis años para comenzar el proyecto. En marzo, Union Pacific anunció que Big Boy y otra máquina de vapor conocida como Living Legend 844 saldrían de gira este año para conmemorar el 150 aniversario del Ferrocarril Transcontinental.

La locomotora Big Boy mide algo más de dos autobuses urbanos. Es más pesada que un avión Boeing 747 completamente cargado de pasajeros, pero lo suficientemente poderosa como para arrastrar 16 Estatuas de la Libertad subiendo una montaña. Es una imponente máquina con una disposición 4-8-8-4 cuya longitud, locomotora y ténder, medía más de 40 metros, y con un peso de 530 toneladas. Tal era su tamaño que incluso en su caja de humos cabía un hombre dentro puesto en pie. Actualmente existen otras siete Big Boys en exposiciones abiertas al público en las ciudades estadounidenses de San Luis, en Missouri; Dallas,en Texas; Omaha, en Nebraska; Denver, en Colorado; Scranton, en Pennsylvania; Green Bay, en Wisconsin; y Cheyenne, en Wyoming.

Era tal su capacidad y fuerza de arrastre que se utilizaron casi exclusivamente para el transporte de mercancías, quedando así las Challenger para el transporte de pasajeros. Sin embargo, tenían una tasa de combustión altísima lo que provocaba enormes gastos de combustible. No había más que ver sus intensas humaredas negras que regaban todo el paisaje norteamericano. Estas Big Boy llegaban a consumir hasta 20 toneladas de carbón en un viaje de 4 horas, así como entre 55.000 y 60.000 litros de agua. Tal era su combustión y la carbonilla que expulsaba, que incluso la locomotora incorporaba un sistema con el que regaba a los primeros coches para evitar su exposición a las brasas.

El paso del carbón al diesel acabó por condenarlas definitivamente. Si a eso le añadimos su elevado costo de mantenimiento, parece lógico su destino por los que apenas veinte años después todas las Big Boy se encontraban ya fuera de servicio. Sin embargo, eso no quitó que su elevado rendimiento hiciera que cada una de aquellas míticas máquinas recorriera la friolera de aproximadamente 1.500.000 de kilómetros de media.

Por su parte, la Living Legend 844, es la última locomotora de vapor construida para Union Pacific Railroad. Se entregó en 1944. Cuando los motores diesel se convirtieron en los dominantes en la tracción de los trenes de viajeros, la 844 se adscribió al servicio de mercancías en Nebraska entre donde operó entre 1957 y 1959. En 1960 se salvó de ser retirada y pasó a mantenerse para servicios especiales como embajadora de Union Pacific.

Fuente: treneando.com