El ferrocarril, el medio de transporte más verde

Las líneas de alta velocidad de Renfe, que cumple 25 años, ha conseguido evitar un aumento de las emisiones de CO2 –gas efecto invernadero– por transporte en España de más de 12,9 millones de toneladas, lo que equivale al consumo energético de más de 2,6 millones de toneladas equivalentes de petróleo. Este tipo de servicio de ferrocarril, tanto en trayectos de larga distancia como de media distancia, logró entre 1992 y 2016 reducir en dichas cantidades el impacto sobre el cambio climático y la contaminación que habría tenido realizar este transporte por otros medios.

El hecho de que 346 millones de viajeros hayan elegido la la alta velocidad de Renfe para llegar a sus destinos ha permitido que la sociedad española ahorre 4.286 millones de euros, si se evalúa en términos económicos el impacto sobre el cambio climático, la contaminación y la tasa de accidentes que habría tenido utilizar otros medios de transporte. Son los datos que arrojan los estudios “Huella de carbono de la infraestructura ferroviaria” de la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC) y “Costes Externos del Transporte en Europa”, de la consultora Ce Delft.

La conclusión es que el ferrocarril es el medio de transporte que genera menos costes externos, si lo comparamos con otros que dependen de los hidrocarburos. Y, en definitiva, es el medio de transporte más verde. Volar es la manera de viajar que más contribuye al calentamiento global. El sector de la aviación es responsable de cerca del 2,5% de las emisiones de CO2 a nivel mundial y el sector aerocomercial es responsable del 5% del efecto invernadero a nivel global, según la Agencia Federal del Medio Ambiente en Alemania (UBA, por sus siglas en alemán).

Desplazarse en coche tampoco es la manera de perjudicar menos al calentamiento global, especialmente si lo hacemos sin acompañantes. Según un estudio efectuado en 2013 por investigadores del Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) y el Centro Internacional para la Investigación Climática y Medioambiental (CICERO) un viajero que se desplaza solo en su vehículo puede causar el mismo daño al medioambiente que si lo hace en avión.

Actualmente, el 89% del volumen de transporte de viajeros y mercancías de Renfe se desarrolla por redes electrificadas y está, por tanto, parcialmente descarbonizado. La empresa ha reducido su huella de carbono un 56% hasta situarse en 24,2% por unidad transportada desde el año 1990, año base del Protocolo de Kioto, el acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global.

Renfe mantiene un nuevo acuerdo con Adif para mejorar la estrategia de sostenibilidad y eficiencia energética y profundizar en varias áreas propias del sistema ferroviario, mejora de prácticas de consumo y ahorro de energía o proyectos de innovación para analizar la tracción mediante gas natural licuado o pilas de hidrógeno como potenciales sustitutos del combustible fósil.

A nivel global, desde 1990, la intensidad energética del sector ferroviario –energía final consumida por unidad transportada– ha decrecido un 33% en todo el mundo. Más de un tercio de la energía utilizada en los ferrocarriles es eléctrica y un cuarto de las líneas están electrificadas a nivel mundial, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) y de la UIC.

Fuente: cuartopoder.es