El polémico tren que conecta Hong Kong y China

El primer tren de alta velocidad que une Hong Kong y China hizo su recorrido inaugural el domingo 23 de septiembre de 2018, pero llega con polémicas luego de 8 años de obras marcadas por los retrasos, sobrecostos e incertidumbre política. El hecho es que el Vibrant Express, el tren que sale de la estación West Kowloon en Hong Kong (su nombre completo es «Guangzhou-Shenzhen-Hong Kong Express Rail Link») abrió una nueva etapa histórica en los lazos entre China y la antigua colonia británica.

Su construcción costó 11.000 millones de dólares. Los pasajeros hacen el trámite de migraciones, sanidad y aduana para viajar a cualquier ciudad de China en la nueva estación West Kowloon, construida en Hong Kong. El tema es que Hong Kong tiene un status jurídico especial, diferente  de China, porque asegura libertades democráticas. Allí nace la polémica en términos políticos, ya que ahora los funcionarios de China harán los controles de rutina en la propia Hong Kong, aplicando las leyes civiles y penales de China dentro de la estación West Kowloon. Es una situación inédita  y esto ha provocado temores en la población local de Hong Kong.

La polémica se mantiene en los medios de comunicación locales, aunque los funcionarios de Hong Kong dicen que el trámite migratorio y aduanero será igual que la rutina de los pasajeros que viajan en el tren Eurostar (entre Londres y París bajo el Canal de la Mancha) o aquellos que cruzan la frontera entre Canadá y los Estados Unidos.

La ciudad aceptó ceder parte de su suelo a China para hacer más fácil el control migratorio, sanitario y de aduanas de pasajeros. Ese territorio, aunque minúsculo, es un área especial dentro de la estación ferroviaria West Kowloon, donde rigen ahora las leyes y la jurisprudencia de China.

Desde que Inglaterra devolvió la colonia británica de Hong Kong a China en 1997, esta ciudad donde viven 7,2 millones de habitantes goza de un privilegio. China se comprometió a respetar por 50 años su autonomía política y económica y sus sistemas de gobierno democrático, bajo el slogan «un país, dos sistemas».

China ve a Hong Kong a la vez como una oportunidad y un riesgo. Es «la gallina de la economía que pone huevos de oro» y también, una posible «fuente de contagio» de ideales democráticos que son insoportables para el régimen comunista.

Fuente: clarin.com