El AVE del desierto retrasa su estreno con pasajeros una semana

El primer trayecto comercial del «AVE» saudí tendrá que esperar, al menos una semana más. El tren de alta velocidad que conecta las ciudades sagradas de La Meca y Medina, construido y operado por un consorcio español, tenía previsto iniciar el jueves 4 de octubre sus operaciones pero un nuevo retraso ha aplazado la fecha hasta el próximo jueves 11 de octubre.

La primera línea de Alta Velocidad del reino saudí, adjudicada en 2011 en lo que fue el mayor contrato firmado por empresas españolas en el extranjero, suma así un nuevo contratiempo a un proceso de construcción marcado por los abultados sobrecostes -reconocidos finalmente por el cliente saudí en dos acuerdos-, las relaciones no siempre fáciles entre las empresas integradas en el consorcio, los impagos de las autoridades saudíes, la intermediación de las autoridades españolas o los desafíos técnicos provocados, entre otros, por las rebeldes arenas del desierto.

Alegan que los plazos están condicionados por las demoras en la entrega de las plataformas de todas las áreas, obra de un consorcio ajeno encargado de la primera fase del contrato. Un trabajo que ha tenido como consecuencia en una ralentización de las labores de instalación de los sistemas de señalización y telecomunicaciones, especialmente en Yeda y La Meca, así como demoras en la construcción de tres de las cinco estaciones, responsabilidad de las empresas locales encargadas de la obra civil.

El pasado 25 de septiembre, coincidiendo con los festejos del día nacional de Arabia Saudí, el rey Salman y su hijo, el príncipe heredero Mohamed bin Salman, inauguraron la línea en una ceremonia celebrada en la ciudad de Yeda, a orillas de mar Rojo. «El proyecto marca un hito en el desarrollo de las infraestructuras de transporte del país», subrayó entonces el ministerio de Información.

La línea se halla en pruebas desde el pasado 31 de diciembre. Para sortear las zonas desérticas, algunas con vientos laterales que inundan de arena la vía, el consorcio español -a cargo del mantenimiento y la operación durante doce años- ha tenido que dotar a la línea con 30 tecnologías de última generación.

Fuente: elmundo.es