Al futuro más sostenible se viaja en tren
El transporte colectivo gana más adeptos cada día. El tren es el modo de transporte más eficiente en términos de consumo de energía y de emisiones de CO2. En concreto, el ferrocarril realiza entre 5 y 7 veces menos emisiones de Dióxido de Carbono que el transporte por carretera, y entre 7 y 10 veces menos que el avión. Por ello, dado el amplio compromiso de la sociedad con el medio ambiente, es el medio de desplazamiento favorito de los españoles. De hecho, el simple gesto individual de millones de usuarios contribuye de manera determinante en la lucha del mundo contra el cambio climático.
Los trenes de Renfe evitan cada año 5,7 millones de toneladas de CO2 con un ahorro diario de 1,1 millones de toneladas equivalentes de petróleo, es decir, lo mismo que el consumo doméstico de 15 millones de habitantes. La compañía ha reducido la huella de carbono por unidad transportada un 88% desde 1990, año base del Protocolo de Kioto.
Renfe opera con trenes con emisiones cero, eléctricos y ecológicos, de hecho, la amplia mayoría de ellos circula con electricidad 100% procedente de fuentes renovables mientras transporta a un gran número de viajeros diariamente con un anecdótico consumo energético. En España, concretamente, el sector del transporte es el responsable de alrededor del 26% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), concepto que incluye el CO2 y otros gases. De este porcentaje, sólo el 0,3% proviene del transporte por tren. El transporte de mercancías y personas que hacen los trenes de Renfe cada año equivale a 116.800 vuelos en transporte aéreo, 4,4 millones de desplazamientos en camiones y 381 millones de viajes en automóviles.
Renfe está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y el ‘EU Green Deal’ para alcanzar una Europa neutra climáticamente. En este sentido, la compañía apuesta cada día por el uso de energías limpias en su flota de trenes a los que de forma diaria se suban millones de usuarios buscando la comodidad de este medio de transporte y contribuyendo a la lucha climática.
Junto con Adif y Adif Alta Velocidad han impulsado el Plan Director Lucha contra el Cambio Climático que tiene el fin de reducir 9,9 millones de toneladas de Co2 en 2030 y un ahorro de más de 250 millones de euros en costes externos. Este proyecto está basado en el trabajo de cuatro líneas estratégicas: gestión de la energía, eficiencia energética, descarbonización y cultura.
Una de las claves del compromiso de Renfe con la sostenibilidad es la renovación de los trenes. En este sentido, prima maximizar el rendimiento con el mínimo consumo energético, por ello, los trenes incorporan sistemas de conducción eficiente integrados en los modos de conducción automática.
Por su parte, la conducción eficiente de los mismos permite ahorro de consumos que alcanzan el 30% con la utilización del freno regenerativo, que permite que algunos trenes devuelvan a la red entre el 6 y el 10% de la energía, en el caso de Alta Velocidad, y de hasta el 40% en Cercanías.
Los coches ferroviarios de Renfe se caracterizan tradicionalmente por tener una vida útil prolongada de hasta 40 años y, además, por llegar al 98% de materiales reutilizables usados en su construcción. El proceso de fabricación de los trenes, así como su mantenimiento, se hace de la manera más sostenible posible buscando la reducción de la aportación de energía y de materiales en los procesos de producción y a lo largo del amplio ciclo de vida de los mismos.
De este modo, se consiguen vehículos duraderos y fácilmente reparables con el objeto de aumentar la vida del tren en las mejores condiciones técnicas, de seguridad y de confort. Un planteamiento que seguirá aumentando en el futuro, según Renfe, los trenes que se incorporen en el futuro en la flota de la compañía contarán con Sistemas de Gestión Inteligente para alcanzar una mayor eficiencia energética en cuanto a iluminación, aislamiento y climatización.
En datos, Renfe es el primer consumidor de energías renovables en España, es decir, más un 2,6% del total de la energía renovable eléctrica consumida en nuestro país. Sólo en 2019 compró 2,5 Twh de energía eléctrica verde (con certificados de Garantía de Origen) destinada a la tracción de todos sus vehículos eléctricos, un 80% de los tráficos de la compañía. El uso prioritario de este tipo de energía permitirá la reducción de más de 7 millones de toneladas de CO2 hasta 2030 en el conjunto de la red ferroviaria sobre la que opera.
No obstante, y para seguir reduciendo la huella de carbono, Renfe trabaja en la búsqueda de nuevas fuentes de energía, como el Gas Natural Licuado o al Pila de Hidrógeno, que permitan de manera progresiva dejar atrás los trenes con consumo diésel que en este momento están en el 20% de su tráfico. En este aspecto, cabe destacar que la generación de energía eléctrica en base a renovables se encuentra entre el 35 y 45%, dependiendo del año, por lo que disponer para usos ferroviarios de una parte de esa cuota, situaría al ferrocarril en un 73,6% de descarbonización total.
Fuente: okdiario.com