¿A dónde van los trenes más rápidos del planeta?

Los trenes de pasajeros de todo el mundo son cada vez más rápidos, más silenciosos y más cómodos. ¿Pero cuáles son los más famosos y los más rápidos? ¿Y su historia? El portal Popular Mechanics publica la lista de los trenes que han revolucionado las vías férreas de todo el mundo.

Tipos de velocidad
Según la Unión Internacional de Ferrocarriles, un tren de alta velocidad, tren rápido, tren bala o TAV es aquel que alcanza velocidades iguales o superiores a los 200 km/h. Una marca que ya se logró alcanzar a principios del siglo XX gracias a los trenes experimentales de la empresa Siemens & Halske de entonces.

Fue en octubre de 1903. Y tres semanas fueron suficientes para que los vagones eléctricos de la empresa AEG alcanzasen los 210,2 km/h. Sin embargo, el primer ferrocarril de alta velocidad no apareció hasta 1964 a miles de kilómetros de Europa. La ruta japonesa Tokaido Shinkasen, de 515,4 kilómetros, se convirtió en la primera vía férrea de alta velocidad. El país asentó las bases del desarrollo de los TAV en otras muchas naciones hasta nuestros días.

Japón y el Shinkansen

El Shinkansen es, sin duda, el tren de alta velocidad más conocido del país asiático. El término se traduce como ‘nueva línea ferrovial’ y a menudo se refieren a él como ‘tren bala’. Algunos de sus modelos —porque hay varios— superan los 300 km/h gracias a la forma achatada de su primer vagón y, en general, a su aerodinámica. Todo un símbolo del Shinkansen.

China y el Maglev de Shanghái

El gigante asiático es hoy el país con la red de alta velocidad más larga del mundo: 29.000 kilómetros. El Maglev de Shanghái es el tren comercial de levitación magnética más veloz hasta la fecha. Alcanza los 431 km/h. Recorre 30 kilómetros en siete minutos y 20 segundos. Es el caso de la línea que conecta el metro de Longyang con el Aeropuerto Internacional de Shanghái-Pudong.

Francia y el Serie TGV

A mediados del siglo XX Francia comenzó a construir sus trenes de alta velocidad TGV —’Train à Grande Vitesse’—. En un principio el plan era impulsarlos por turbina de gas, pero la idea resultó ser demasiado cara y los TGV acabaron siendo eléctricos. El prototipo recibió el nombre de Zébulon y su construcción se finalizó en 1974. Poco después comenzó la construcción de la LGV Sud-Est —’Ligne à Grande Vitesse’—, la primera línea de alta velocidad.

España y el Talgo 350

España fue el primer país de Europa en construir no una ruta, sino toda una red de alta velocidad que, al conectar las dos ciudades más importantes —Madrid y Barcelona—, consiguió que desplazarse por el territorio fuese increíblemente rápido. De hecho, la red de alta velocidad del país ocupa hoy el segundo puesto por longitud: 2.850km.

Rusia y el Sapsán

El Sapsán —halcón peregrino en ruso— conecta Moscú con San Petersburgo. Entre sus características cabe destacar el ancho del cuerpo de sus vagones —30 cm mayor que el estándar europeo—. En 2014 y con 20 vagones se convirtió en el tren de alta velocidad más largo del mundo. La tecnología del Sapsan le permite desplazarse sin problemas a —40ºC, un detalle importante en un país como Rusia.

Fuente: globovision.com